La RAE define postureo como: “Actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción”.

Postureo, es una expresión que usan mucho los jóvenes cuando se refieren a alguien que actúa para quedar bien con los demás; pero no porque lo sienta.

Hace ya más de 2 años, que quien gobierna en España anunció el fin de la comercialización de los vehículos con combustibles fósiles, creando una alarma económica en un país, que está entre los primeros fabricantes del mundo de vehículos y donde las empresas de automoción generan mucho y muy buen empleo.

Al final, ante la alarma creada, tuvieron que dar marcha atrás; pero como “a la cabra le tira el monte”, siguen repitiendo el mantra y su intención de subir los impuestos a los combustibles, en especial al diésel.

Los motores diésel son un caso de éxito por el desarrollo en prestaciones y la eficiencia en los últimos años, no tienen parangón en ningún otro desarrollo. Sólo tienes que recordar lo que era un diésel de hace 10 o 20 años. No digamos con el grado de reducción de emisiones de los últimos equipados con AdBlue.

Asistimos a un cambio de era en el uso de combustibles fósiles, lo cual es innegable. Las normas Euro son cada vez más restrictivas, de forma constante, son más las voces que anuncian que “los motores diésel han muerto”. Vivimos una carrera tipo “tonto el último” para posicionarse fuera del estigmatizado diésel.

Los fabricantes de automóviles anuncian el fin de la fabricación de motores diésel, las autoridades municipales, de grandes ciudades europeas, ya han anuncian fecha en la que prohíben acceder a las ciudades a estos vehículos.

La industria de automoción y vehículos industriales, trabaja a una celeridad asombrosa, cada día nos anuncia nuevas gamas híbridas, con combustibles sostenibles y sin emisiones. Las administraciones de este país ¿lo hacen con la misma celeridad? ¿dónde están las infraestructuras? Las compañías suministradoras ¿están yendo a la misma velocidad? Si usted tiene un vehículo eléctrico 100% y quiere hacer un viaje por España, más vale que lo planifique al detalle, como si fuera el desembarco de Normandía, salvo que quiera cruzar la piel de toro, en varios días.
Si Usted es de los lanzados que ha adquirido un vehículo de hidrógeno debería vivir alrededor de una de las pocas hidrogeneras que hay en España.

¿Cuál va a ser la tecnología que sustituya al diésel?, ¿Cuándo habrá infraestructura para suministrar la electricidad o el combustible sustituto?, ¿Qué efecto tendrá sobre los precios de esa energía cuando haya un consumo masivo y se acaben las subvenciones de las que disfrutan?, ¿Estamos preparados para suministrar la demanda que tendremos? ¿La producción de esa nueva energía será ecológica? O será usando centrales térmicas.

Un tren va a la velocidad del vagón más lento. Una cosa es hacer anuncios de postureo y otra es crear las infraestructuras para que, de verdad, podamos ir cambiando a vehículos con combustibles no contaminantes.

Autor: José Ramón Illán, Vocal en RALOG – Red de Ayuda Logística