Llevamos semanas oyendo toda clase de debates sobre inteligencia artificial (IA) y el famoso chatGPT que, como la purga de Benito, va a servir para todo: escribir este artículo, hacer un examen, aconsejarme cómo debo buscar pareja… Cada vez escuchamos, a más personas, que temen por su futuro profesional, o se están planteando qué estudiar, si la IA nos va a sustituir a todos, ¿terminator?
Muchos piden la prohibición de esta tecnología y a mí, me recuerda que esto ya lo vivimos, recuerdo, las imágenes en blanco y negro, de personas atacando el ferrocarril, apedreando las primeras cosechadoras o cuestionando si podríamos sobrevivir viajando en vehículos que fueran muy veloces, cada nueva tecnología trae miedos y con estas, también seremos, lo suficientemente inteligentes, para conocerla, dominarla y ponerla al servicio de las personas.
Tenemos comercios con cajas rápidas, cajas sin cajeros, cajas con cajeros y, la última innovación, cajas lentas (amables), cajas donde las personas somos atendidas por personas y podemos interactuar sin prisa. Seguro que no soy el único que cuando llama a alguna centralita y nos ponen un robot, lo putea para acabar hablando con la persona o directamente cuelga.
Esta es mi opinión, quizás un poco romántica; tecnología sólo, para sustituir a las personas, deshumanizando el servicio, no será sostenible.
Desde estas páginas hemos abogado, reiteradamente, por el desarrollo tecnológico para dignificar el puesto de trabajo y que ayude a que la logística sea atractiva. Hace años que hay almacenes donde el sobre esfuerzo físico lo hacen las máquinas, como los que tienen en España Mercadona y Condis y, los preparadores de esos almacenes, han visto dignificado su puesto de trabajo y de paso, estas empresas, no tienen los problemas de otros operadores, para conseguir buenos preparadores, que aportan cerebro y corazón, no sólo manos.
Tenemos un gravísimo problema con la carencia de conductores de camión y furgoneteros, siguen habiendo los que creen que la solución va a ser vehículos autónomos. Deben desconocer la labor que hace el conductor cada vez que hay una incidencia o la gestión que hace un repartidor con cada uno de los clientes para conseguir entregar los paquetes.
Hace años los padres querían que sus hijos se casaran con un trabajador de banca y hoy, estos trabajadores, están en peligro de extinción. Por el camino los clientes, especialmente los mayores, con campañas como la de “soy mayor no idiota” han obligado a las grandes corporaciones a retractarse, mantener sucursales y personas para atender a personas. Hace años viví, en una sucursal donde estaba haciendo cola para la caja, que el cajero le explicaba a una señora mayor que iban a poner más cajeros automáticos para evitarle hacer colas, la señora le contestó que ella se arreglaba, cada día, y salía a la calle, porque iba a ver a la dependienta de la tienda y al cajero; quería verlos y hablar con ellos.
Recomiendo que volvamos a repasar la pirámide de las necesidades de los seres humanos que, hace casi 100 años, desarrolló Abraham Maslow.Si queremos que las personas nos sean fieles, que quieran trabajar con nosotros, o que quieran venir a comprarnos, tendremos que recordar sus necesidades, trabajar en ellas y desarrollar tecnología que las satisfaga, será sostenible si dignifica el puesto de trabajo y satisface a los clientes. Por ejemplo hay tecnología para que la cajera no tenga que levantar el peso de todo lo que pasa por su caja, antes de querer quitar a la cajera; esto es trabajar en satisfacer las necesidades de supervivencia y seguridad, Hay tecnología para que un camionero pueda asearse, comer o dormir en casa antes de eliminar el puesto de camionero; esto es trabajar en las necesidades de supervivencia, seguridad, relacionarse. Hay medios humanos para que las personas se relacionen y sean atendidas por personas antes de eliminar a los dependientes y sustituirlos por robot, en las mal denominadas tiendas inteligentes; esto es satisfacer las necesidades de relacionarnos.
Deberíamos reflexionar, cuando al mismo tiempo hablamos de INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y CAJAS LENTAS.
Autor: Jose Ramón Illán. Vocal de RALOG
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