“Las Cadenas de Suministro y especialmente el área de Logística, llevan décadas demostrando ser claves para satisfacer las necesidades de clientes y consumidores. Ahora, en tiempos en que la economía circular es una tendencia, colaborar incluso con la competencia es una necesidad”

La Real Academia Española, define colaborar como. ‘Trabajar con otro o ayudarlo en la realización de una obra“. En el español general culto es intransitivo y suele llevar un complemento introducido por con, que expresa la persona con quien se colabora.

En esa misma línea hay términos parecidos para definir el trabajo con otros, Cooperar, Contribuir, Coordinar, etc., en cualquier caso en esos Otros también caben las empresas y una justa implementación significa no solo ayudar al otro; debe significar beneficios para todos los implicados incluida la competencia. Sí, la colaboración entre empresas no solo se limita a colaborar con proveedores y clientes, hoy en día por el bien de la sociedad en que vivimos estamos mejor preparados para colaborar incluso con la competencia.

No hemos entrado en materia y hasta ahora, todo parece muy amable y altruista, la verdad es un poco más complicada; la colaboración entre empresas para algo específico y muy acotado en el tiempo (días) suele funcionar bien. Cuando ya queremos o necesitamos que esa colaboración se prolongue en el tiempo (semanas, meses o más), no funciona tan bien.

La situación actual está demostrando que Saber Colaborar se ha convertido en una ventaja competitiva y una forma cotidiana de conducir los negocios, en nuestro caso en una cadena de suministro más sostenible y comprometida con la sociedad.

Para no morir en el intento, les recomendamos algunas acciones que pueden ser hacer la diferencia y convertirse en los Factores Claves del Éxito:

• Cada una de las partes (pueden ser más de dos) deben tener muy claro por qué la colaboración es necesaria, qué departamentos y personas se implicarán, evaluar los compromisos, riesgos, problemas y beneficios resultantes.
• Si los beneficios lo justifican, cada una de las partes debe establecer un plan que mitigue los riesgos o problemas que se puedan presentar.
• Es necesario comprender que las partes que colaboren deben tener un tamaño de empresa y de negocio parecido, para evitar desequilibrios.
• Las partes colaboradoras deben compartir (nunca mejor dicho) sus razones y expectativas para entrar en la iniciativa de colaboración, sus riesgos y problemas y sus respectivos planes de mitigación.
• Las partes colaboradoras deben tener y demostrar su interés y buena voluntad de colaborar. Intereses y voluntades que debe conocer el personal de cada empresa involucrada.
• Las partes colaboradoras deben ponerse de acuerdo para establecer qué es el éxito para cada una, cómo es y qué lo representa; y aunque no todas alcancen el mismo nivel de beneficio, es necesario que todas ganen aunque no sea en la misma proporción y que ninguna de las partes sienta que se están aprovechando de ella.
• Es necesaria una puesta en común de los indicadores de gestión, que permita identificar el éxito y evitar los fallos.
• Las partes colaboradoras pueden tener una idea o concepto diferente entre ellas de lo que Objetividad, Transparencia, Confianza, y Agilidad entre otras significan; no obstante todas deben acordar lo que significan para la iniciativa de Colaboración, de esta manera se aseguran de estar alineadas frente al mismo objetivo, que la Colaboración funcione, y evitar frustraciones que les incapacite para colaborar ahora y en el futuro.

La Colaboración y sus variantes, entre las empresas y sus cadenas de suministro, son las claves de hoy para un futuro sostenible.

Autora: Mayte Martinez, vicepresidenta en RALOG – Red de Ayuda Logística