El sector de logística y transporte sigue creciendo, donde la industria aporta casi el 8% del PIB del país, con una facturación cercana a los 110.000 millones de euros. Sin embargo, existe gran escasez de personal cualificado en el sector, desde mandos intermedios hasta conductores, esto junto al reemplazo generacional que agrava el problema, lo cual unido a los cambios introducidos por la tecnología emergente, hace que el sector siga teniendo dificultades para fidelizar el talento y cubrir determinados puestos, además las encuestas demuestran que el talento en logística no se actualiza a la misma velocidad que la tecnología emergente transforma la industria logística.
¿Qué deben hacer los actores?: Instituciones y Asociaciones, Empresas y Organizaciones, Formadores y Centro de Formación, y Profesionales en general del sector, para afrontar este problema.
Desde RALOG – Red Ayuda Logística, siempre hemos insistido que la cadena de suministro y sus operaciones logísticas cumplen una función estratégica no solo para las organizaciones empresariales, sino para el propio Estado. Esta función, desconocida de forma general, se puso de manifiesto, más que nunca, durante la pandemia y especialmente en el tiempo del confinamiento, a través de las redes logísticas y sus profesionales, cumpliendo en todo momento con las entregas necesarias para la sociedad.
Las Instituciones y Asociaciones patronales y profesionales, tienen que promover que esta bonita profesión de Logística sea atractiva para los jóvenes, y se tiene que poder visualizar como una opción atractiva y de interés creciente en empleabilidad, que además permite el desarrollo de carreras profesionales dentro y fuera del país.
La Logística con mayúscula es una profesión que en su día a día no es conocida por el gran público, por lo tanto, es una labor de todos los agentes implicados el dar a conocer las oportunidades de inserción laboral no solo para los jóvenes, sino también y especialmente, para parados de larga duración, independientemente de su género, edad y cultura.
El sector de transporte y logística debe tener claro que la formación continua es una forma de fidelizar tanto el talento joven e inexperto como el más experimentado en las empresas, al tiempo que puede desarrollar profesionales suficientemente preparados para abordar los retos futuros del sector.
Las Empresas y Organizaciones de la industria de transporte y logística deben hacer realidad la mejora de la imagen del sector y tenerlo presente como una de las principales prioridades.
La formación y el desarrollo de todos empleados logísticos, su adaptación a un entorno de trabajo cada vez más complejo y competitivo requiere que sus necesidades formativas sean revisadas y actualizadas de forma continua.
Es necesario que las compañías del sector establezcan unas condiciones retributivas adecuadas para atraer y retener a los empleados cualificados y poder alinear sus objetivos profesionales y con los de la empresa.
Para ello no solo las grandes compañías sino también las Pymes deben tener una enseña fuerte, o al menos reconocida como empleadores, a través del conocimiento de las posibilidades que ofrece la empresa, la satisfacción de los empleados, y una marca respetada por los clientes, con un programa de sostenibilidad sólido y en marcha.
Los formadores y centros de formación deben ser vistos como una opción formativa plenamente válida, que permite dar respuesta a la creciente demanda de profesionales.
Es importante atraer al talento logístico joven para afrontar los retos de la logística 4.0, a través una formación que potencie los idiomas, la tecnología emergente aplicada a logística y las “soft skills“.
Muchas empresa y organizaciones logística reconocen la necesidad de formar a sus empleados y lideres en nuevas habilidades , para fomentar la mentalidad de desarrollo y gestión en entornos VUCA ( volátiles, inciertos, complejos y ambiguos).
Los profesionales del sector ya conocen que “La formación no es un destino, sino un viaje sin fin a lo largo de la vida profesional” por ello deben exigir y estar dispuestos a realizar la formación continua necesaria, porque el entorno cambia constantemente y esta formación continua les asegura su empleabilidad a lo largo del tiempo.
En resumen, un cambio en la contratación tradicional basada en credenciales personales a una contratación basada en habilidades profesionales, podría ser clave para cubrir la brecha de puestos técnicos en esta situación de escasez de talento.
Además, se debe repensar el papel del mando intermedio, para medir realmente su valor y formarlos y entrenarlos en la gestión gerencial para que den su máximo potencial en todas las tareas que añaden valor a la empresa y no desperdiciar su talento.
Por último. el nuevo marco regulatorio relativo a la sostenibilidad, tendrá una demanda creciente de profesionales comprometidos con la Logística sostenible, siendo un pilar fundamental para el futuro.
ACERCA DEL AUTOR
José L. Galiana, es logístico y presidente de RALOG – Red de Ayuda Logística
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