Hace un año y medio, antes del Covid, estuve haciendo un estudio sobre las cadenas de distribución alemanas, que están abriendo locales pequeños, sin aparcamiento, en zonas Premium de las ciudades, adaptándose a los nuevos consumidores urbanos: mayores y jóvenes que utilizan la tienda como despensa, olvidándose de las grandes compras y de llenar maleteros de coches que, además, ahora no tienen; han cambiado propiedad por derecho de uso.
El Covid está siendo un acelerador de tendencias como antes nunca se había visto. Hasta ahora se explicaban los gráficos de la evolución hasta el siglo XX, y desde el siglo XX, mostrando que el mundo, la tecnología, las tendencias, se desarrollan de forma exponencial en el último siglo, respecto a los 20/30 siglos anteriores, donde la evolución era muy lenta. Habrá que sacar nuevos gráficos de cómo evoluciona la humanidad tras el Covid.
Hay 2 tendencias que se han disparado, una es el teletrabajo, como me comentó un alto directivo de una multinacional “el Covid ha hecho más por el teletrabajo, que los últimos 10 años de estudios y discusiones”. La otra es la compra on line con las modalidades de entrega a domicilio y recogida en puntos de entrega.
Con la que está cayendo, son malos tiempos para los centros comerciales y los locales que están en ellos. Con el Covid, la demanda de locales comerciales ha bajado más de un 50% y la demanda de renegociar y bajar rentas ha subido un 85%.
Los centros comerciales han dejado de ser un pelotazo para revalorizar terreno y ser un centro de atracción. El centro comercial que más ganarán y las tiendas que más ganarán son las urbanas porque se van a poder usar, además de como tiendas, como centros de reparto de última milla y de recogida de pedidos.
Los centros comerciales de las afueras se irán cerrando. En USA ya lo van haciendo desde hace tiempo y los transforman en centros cívicos o sanitarios para que no se llenen de ocupas.
Ha habido un gran crecimiento en lo local, tanto en la tienda de barrio como en consumir productos locales y comprar más en cadenas locales, esta tendencia, de cercanía, es más sostenible.
Durante la pandemia, la entrega a domicilio de la compra on line se ha colapsado, digo bien, la entrega, no la compra, ni los pedidos. Ha habido, desde distribuidores que, directamente, han suspendido el servicio, hasta los que te daban hora para dentro de un mes. Los que han estado a la altura han sido los que ya eran una empresa de servicio a domicilio y no una empresa física donde el servicio a domicilio es un negocio complementario.
Como el hambre agudiza el ingenio, hemos visto interesantes ejemplos de liderazgo del cambio, como el de DIA usando dark stores como tienda y centro de distribución, o el acuerdo de Carrefour e Ikea para usar como punto de recogida tiendas del “competidor”
Los líderes de la distribución saben que invertir en on line va a llevar cerrar tiendas físicas, Zara lo ha anunciado ya, inversión multimillonaria en on line y cierre de tiendas físicas, algo como lo que viene haciendo, sin ruido, la banca.
¿Esto quiere decir que la tienda física se acaba?, creo que no, lo que tienen que hacer las tiendas es adaptarse al cliente. Ejemplo tienda=centro de preparación y/o lugar físico para entregas. Ahora no va de abrir o cerrar tiendas. Va de vender y de ganar dinero, y no vale querer seguir haciéndolo como hasta ayer. “No puedes conducir mirando por el espejo retrovisor del coche”. Parafraseando a Darwin, sobrevivirán los que antes de adapten y esta adaptación pasa por compaginar la tienda física urbana con la tienda oscura, que sea: centro de preparación, centro de distribución, para la última milla y punto de recogida.
Acuerdos como el de Carrefour e Ikea, hoy son rara avis, que deben verse potenciados por los operadores logísticos. Ellos son el complemento perfecto para poder servir y ser centro de recogida de pedidos, desde un mismo local, a diferentes competidores. Es, además una gran oportunidad para los locales comerciales y tiendas físicas que algunas cadenas están cerrando.
Autor: José Ramón Illán, Vocal en RALOG
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