“Retrasar el pago a los proveedores, es un juego imprudente ”
Recientemente durante el último seminario RALOG, se puso de manifiesto la importancia e interés en la gestión del circulante, que nos informa, a través del Ciclo de Conversión de Efectivo de cuantos días tardamos en transformar las compras de inventario en efectivo. Por eso hoy vamos a hablar en detalle de uno de sus componentes, las cuentas a pagar a proveedores.
El Periodo Medio de pago a Proveedores (PMP), es el tiempo que transcurre entre la compra y el pago de la misma. Su cálculo es sencillo, al dividir el saldo medio de las cuentas a pagar a proveedores, entre las compras medias a crédito, indicándonos que cuanto mayor sea el PMP, mayor será la financiación que obtenemos de los proveedores.
Todos los clientes que buscan hacer un mejor uso de su capital de trabajo (working capital) tienen varias alternativas a su alcance, pero muchos prefieren simplemente retrasar el pago a sus proveedores. Esta mala práctica se basa un tópico del flujo de caja (Cash Flow), que dice pagar lo más tarde posible a los proveedores y cobrar lo más rápido a los Clientes.
Las encuestas recientes siguen mostrando un incremento en el número de clientes que exceden la fecha de pago contratada. Esto hace que se aumente la utilización de los seguros de crédito comercial y servicios de cobro, con el consiguiente sobre coste para los proveedores, amenazando su flujo de caja y estabilidad como empresa.
De acuerdo con la ley de Morosidad, se establece un plazo de pago a proveedores de 30 días naturales, salvo pacto en contario, desde la prestación del servicio o recepción del producto. Desafortunadamente el sector de transporte y logística tiene un plazo de pago medio superior a 60 días.
La mayoría de los proveedores a menudo están a merced de sus clientes, debido a su tamaño y poder de compra, que les permite fijar las condiciones de pago y a veces no respetarlas.
En el mercado existen métodos de pago alternativos, sin embargo, muchos clientes prefieren optimizar su capital de trabajo a través de la demora en el pago a los proveedores, poniendo en riesgo la cadena de suministro que les facilita los productos para su negocio, cadenas de suministros donde los clientes también son proveedores y la demora en el pago siempre tiene un efecto dominó para todos los actores.
Esos clientes que adoptan la demora en el pago están jugando un juego irresponsable que podría tener consecuencias desastrosas para ellos mismos en situaciones de vacas flacas para la economía, como el momento actual.
Los departamentos de cuentas a pagar deberían, agilizar el proceso administrativo de recepción y aprobación de facturas y utilizar los sistemas informáticos para el control de ellas, para ahorrar tiempo, costes y tener mayor visibilidad para la gestión de pagos.
También los proveedores están obligados a jugar sus cartas para proteger su flujo de caja, realizando controles más frecuentes sobre la solvencia de sus clientes, antes de negociar y firmar los términos o cláusulas de pago. También deben investigar de forma permanente las condiciones de los métodos alternativos de cobro como “factoring y confirming”, incluso conociendo en todo momento, el coste actual del dinero, para ofrecer descuentos dinámicos por pronto pago a sus clientes.
En el “confirming” los clientes mejoran la negociación con los proveedores porque estos saben que tienen más garantías, mientras que en el “factoring” los proveedores ganan en flexibilidad al negociar los plazos de pago con los clientes, ya que saben que cobraran más rápidamente sin influir en el plazo pactado, pero ambos métodos tienen un coste.
El equilibrio de poder entre clientes y proveedores, así como la estabilidad a largo plazo de ambas partes, puede cambiar fácilmente en condiciones económicas cambiantes. Cuando el coste del dinero tenga un interés más alto, van a ejercer nuevas presiones sobre las empresas que hasta ahora se han beneficiado del acceso al dinero barato durante años.
Una nueva crisis económica, quebrará a las empresas que ya estén operando con márgenes muy bajos.
Será entonces cuando los clientes que demoran el pago pueden sufrir las consecuencias de su comportamiento imprudente. Todos estamos convencidos de que nos acercamos a un punto de inflexión complejo e incierto para las cadenas de suministro.
A través de RALOG, tenemos cursos y seminarios mensuales de Finanzas para Logísticos No Financieros, y otros, donde la comunidad Ralogers, pueden formarse en gestionar el circulante con eficiencia.
Acerca el Autor
José Luis Galiana, es logístico y presidente de RALOG – Red de Ayuda Logística. jlgaliana@ralog.es
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