Hace ya más de un año que el inefable Sánchez, en una más de sus “trileras” promesas anunció el fin de los motores de combustión para el año 2040.

La Comisión Europea le ha chafado su profecía y ha anunciado la aprobación definitiva de la normativa Euro 7, mucho más restrictiva que la Euro 6 actual.

En la Euro 7, entre otras, se apuntan dos grandes hitos:

• Año 2035 fin de comercialización de vehículos de combustión en Europa, híbridos incluidos.
• Año 2050 fin de la circulación de vehículos de combustión.

Llegados a este punto ¿estamos haciendo los deberes? o ¿es otra mentira para votantes con memoria de pez?

Desgraciadamente nos estamos acostumbrando a vivir en una total falta de previsión y de seguridad jurídica. A la hora de hacer una inversión en un coche que, después de la vivienda, es la inversión más grande que hace una familia, ¿para dónde tiras?

Hay en España menos de un 3% de coches eléctricos. Los valientes que se compran estos vehículos, necesariamente deben tener otro de combustión, si quieren realizar viajes largos. Además, un eléctrico te obliga a planificar el viaje más que si llevaras a tu suegra, bebés y mascotas. Quitando las grandes vías y ciudades, encontrar cargadores, y que funcionen, por la España vaciada, es una aventura demasiado emocionante.

Con el 100% de los coches eléctricos, ¿de dónde sacaremos la energía para abastecerlos? ¿A qué precio? Si coincide con el cierre anunciado de las pocas centrales nucleares que nos quedan, ¿seguiremos importando gas?, ¿De dónde?, ¿A qué precio?

La edad media de los coches en España ronda los 14 años, ya sabemos que la media dice poco. Lo cierto es que tenemos el parque de vehículos más viejo de Europa y también, en base a estudios sobre vehículos viejos vs nuevos, que un coche antiguo, de esos que tenemos demasiados, contamina como 30 o 40 nuevos. ¿No sería prioritario retirar estos, antes de prohibir los nuevos?

¿Cuál va a ser el efecto de la normativa Euro 7 sobre los vehículos “no contaminantes” como los que llevan motores de hidrógeno? Porque si una de las soluciones va a ser este tipo de motores, un informe reciente decía que en España tenemos 6, o sea, que si ya es emocionante viajar con un coche eléctrico 100%, imagina con uno con motor de hidrógeno.

Podríamos seguir planteando las incógnitas que tenemos ¿dónde irán a parar las baterías viejas? ¿El resto de países nos van a seguir o los europeos nos creemos que vivimos en una burbuja y nuestro “aire puro” no se va a ver afectado por el aire contaminado de nuestros vecinos?

En fin, demasiadas preguntas y estamos a unos pocos años del primer hito, y los deberes, sean los que sean, están por hacer. O sea, o nos ponemos las pilas u otra vez, como suele ser habitual en España, llegaremos tarde y mal.

Autor: Jose Ramón Illán. Vocal de RALOG