Conforme cumplimos años seguro que a ti también te pasa que tienes la sensación de haber vivido antes las cosas, como una especie de déjà vu.
Cuando cumples más años todavía, como un servidor, te empiezas a preocupar porque se agrava y sientes que vives la misma situación muchas veces. Pasa como en aquella magnifica película titulada “El Día de la Marmota”. Lo malo, es que hay muchísima gente, con memoria de pez, y se les olvida lo que pasó hace sólo unos días, prueba de ello es lo que pasa con el inefable presidente del gobierno, dice una cosa hoy, hace lo contrario la semana siguiente, y sus peces, le siguen votando. Cada vez los eventos se repiten con más proximidad y cuando revives el día de la marmota, te sientes frustrado porque llegas a la conclusión de que, efectivamente, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Lo triste es que no dos; son muchas.
Desde esta organización venimos abogando en la necesidad de una cadena de suministro sostenible y la sostenibilidad pasa por la proximidad.
Durante los años 20, 21 y 22 vivimos un colapso en las cadenas de suministro provocado por el cierre de los puertos chinos debido al coronavirus. De aquel desabastecimiento de materias primas, en muchos casos estratégicas, han provocado un retraso escandaloso en la entrega de productos, incluso la parada de líneas de fabricación. Tras esta debacle nos dijimos que habíamos visto la luz, que habíamos aprendido que las cadenas de suministro tan largas son insostenibles. Llegamos a la gran conclusión de que tenemos que buscar y desarrollar proveedores locales.
Como dicen en mi tierra, “si éramos pocos parió la abuela” y en marzo del 2021, el enorme porta contenedores Ever Given se atascó en el canal de Suez y otra vez, colapso, retrasos, nervios, subida de precios y de nuevo llegamos a la gran conclusión de que las cadenas de suministro tan largas son insostenibles. Otra vez, como si se tratara de los propósitos de noche vieja: dejar de fumar, pasar más tiempo con la familia, ir al gimnasio… nos proponemos desarrollar proveedores locales, esta vez sí, no podemos seguir trayendo productos y materias primas del otro lado del mundo, parecía que esta vez iba en serio; pero como los peces humanos tenemos poca memoria, abrieron los puertos, desatascaron el canal y vuelta a la rutina.
De nuevo, volvemos a tener la misma situación tras apenas un año, el conflicto en la zona del Mar Rojo nos ha devuelto a la misma situación de hace uno o dos años, problemas de abastecimiento, encarecimiento del transporte y de los contenedores, retrasos en las entregas por tener que hacer rutas más largas por el sur de África. De nuevo nos damos cuenta de que esta situación es insostenible, que tenemos que buscar y desarrollar proveedores locales, seguimos igual que hace nada y seguimos con el mismo volumen: unos veinte mil porta contenedores cada año, más del 10% del tráfico mundial sigue viniendo del mismo origen y pasando por la misma ruta ¿de verdad vamos a aprender la lección o como peces vamos a morder cada día el mismo anzuelo? Ya llueve sobre mojado, no nos estamos recuperando y estamos entrando en una espiral de caída libre con una desastrosa calidad de servicio y encarecimiento de los productos, que además afecta a la situación inflacionista.
¿Cuántas veces tenemos que tropezar en la misma piedra para coger otro camino?
Como la situación se repite, en este diabólico día de la marmota, vamos a terminar recordando una máxima logística que, aunque sea de Perogrullo, por desgracia sigue siendo de actualidad “EL TRANSPORTE MÁS EFICIENTE ES EL QUE NO SE HACE”.
Autor: Jose Ramón Illán. Vocal de RALOG.
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