Continuamos con los camioneros y empresas de transporte por carretera.
Hace unos meses, tuvimos una convocatoria de paro patronal en el transporte por carretera, mal llamada por algunos, huelga de transporte, motivada por la falta de empatía de algunos cargadores y sobre todo, del ministerio, cuyo ministro está en todas, menos en acordarse del transporte por carretera en particular y de su ministerio en general.
Siempre que ha estallado un paro patronal en el transporte, ha sido por un hecho, que si no transcendente, ha sido la gota que colma el vaso. A veces es la subida el precio del combustible y su imposibilidad de repercutirlo en los precios o cualquier otro hecho que, aunque es circunstancial, sirve para que, cargadores, transportistas y ministerio, nos sentemos y discutamos problemas que son estructurales. A veces, aunque menos de las deseadas, encontramos solución a estos problemas y, de paso, el paro sirve para que se desfoguen algunos descerebrados, rompiendo cristales o quemando algunos camiones.
Esta última convocatoria de paro patronal, se desconvocó en el último momento, como acto de buena voluntad. Una de las gotas que colmaba el vaso era la morosidad en el pago de los servicios de transporte, si la situación ya es de por si horrible, con el derrumbe de la economía y por tanto del transporte, sólo falta que encima no te paguen el poco trabajo que tienes. Sé de casos en que pasados cuatro meses siguen peleando por un pagaré, que debe de llevar Miguel Strogoff en su saca, porque no llega al destinatario.
¿Qué ha pasado desde la desconvocatoria de aquel paro patronal? Tristemente, nada, absolutamente nada.
Sólo un hecho, por no alargarme en demasía, la tramitación urgente de la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre, que el Consejo de Ministro, aprobó por aquel lejano mes de septiembre del año pasado, sigue en el limbo, ha debido ser menos urgente que la de educación de Celaá y seguro que será menos que la reforma exprés del Consejo del Poder Judicial.
Hartos de este desprecio por parte del ministerio, a finales de noviembre, el presidente del Comité Nacional de Transporte (CNTC) remitió una carta al ministro, quejándose sobre la lista de temas que tienen pendientes, desde hace un año y como siempre, la callada por respuesta.
La pasada semana, de nuevo, este comité ha acordado remitir otra carta al ministro para ver si se digna a contestarles. Sabemos que los miembros del Comité están en la gota que colma el vaso, siempre es igual, son predecibles, parece ser que el único que no se da cuenta es Ábalos.
Como dice mi compañero, cuando uno está todo el día conspirando, no te queda tiempo para hacer tu trabajo. Al igual que cuando otros están todo el día intentando sobrevivir, no les queda tiempo para hacer huelgas. Sólo que cuando el grado de desesperación y hartazgo hacen que la última gota colme el vaso, acabas liándote la manta a la cabeza. ¿vamos a tener que volver a sufrir otro paro en el transporte para que alguien se pare a escuchar las voces del “ejército de hormigas”?
Por desgracia, los paros patronales los sufrimos todos, los que hacen las cosas bien y los que las hacen mal, y sobre todo, especialmente los que siguen intentando trabajar, mantener su empresa y cumplir con su obligación de abastecer la industria y el comercio, incluso, en estos paros los hay que sacan beneficio del rio revuelto. Yo he sufrido más de uno y de verdad, no sirven para nada y cuando acaban te quedas con la situación amarga de ¿teníamos que llegar a esto?
Al final, quien lo sufre especialmente, son los usuarios finales, la economía y la imagen de este país que ya va siendo difícil que caiga más abajo.
Aló ministro ¿hay alguien por ahí que, cuando tenga un ratito, pueda escuchar a los transportistas?
Autor: José-Ramon Illán, Vocal y Cofundador de RALOG – Red de Ayuda Logística
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