“Según abc.es el 75% de los proyectos de digitalización fracasan por la resistencia de los empleados, lo cual es una barrera al cambio que exige unir la formación técnica o habilidades técnicas con desarrollo emocional o competencias”
Las habilidades blandas o competencias, son habilidades no técnicas que se relaciona con la forma de trabajar de los profesionales. Incluyen cómo interactuar con sus propios compañeros, cómo resolver los problemas y cómo organizar y gestionar su trabajo.
En general los profesionales (empleados y directivos) no son capaces de gestionar adecuadamente sus emociones y relaciones interpersonales, por eso los procesos de trabajo se vuelven ineficientes, además de no ser capaces de adaptarse a los cambios propios de la transformación digital y los nuevos entornos de trabajo.
Es más, algunas encuestas reflejan que las generaciones más jóvenes “millennials y centennials” no se sientes preparadas para afrontar la cuarta revolución industrial (la Industria 4.0).
Una decisión importante a destacar, es que en la búsqueda de “Soft Skills”, las empresas digitales están enfocándose en la búsqueda de talento con competencias interpersonales y orientados a las personas.
Por ello vamos hablar de las competencias, relacionadas con la inteligencia emocional, como son: la creatividad, el pensamiento crítico, el liderazgo, la resiliencia, la gestión del cambio, el trabajo en equipo y la comunicación, entre otras, que ayudan a las organizaciones a tener éxito en los proyectos de digitalización:
La Creatividad, los profesionales deben tener un enfoque creativo para las tareas que realizan y los problemas que encuentran, en todos los procesos y funciones organizacionales. La creatividad es la capacidad de crear nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales.
El Pensamiento crítico, los profesionales deben ser capaces de conceptualizar, sintetizar y analizar la información que tienen disponible, para extraer conclusiones razonable y éticamente responsables-. El pensamiento crítico es la capacidad de analizar y evaluar la consistencia de los razonamientos. El pensamiento crítico no es un concepto nuevo ni mucho menos, de hecho su origen se remonta a la antigua Grecia.
El Liderazgo, es el conjunto de principios y competencias directivas que los profesionales tienen para influir en la forma de ser y actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos. El liderazgo no entraña una distribución desigual del poder, porque los miembros del grupo no carecen de poder, sino que dan forma a las actividades del grupo de distintas maneras. Aunque, por regla general, el líder tendrá la última palabra.
La Resiliencia, los profesionales deben tener la capacidad de saber afrontar acontecimientos adversos de forma constructiva, adaptarse y fortalecerse al pasar por un suceso traumático. La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras.
La Gestión del cambio, los profesionales (empleados y directivos deben ser capaces de hacer frente al inevitable cambio, buscar alternativas y estar dispuesto a cometer errores. Es más esta tolerancia al error debería convertirse en una actitud intrínseca en las organizaciones actuales de la industria 4.0.
La adaptación al cambio se define como la habilidad de transformarse para alcanzar un determinado objetivo. En el contexto digital, la habilidad para adaptarse al cambio es la capacidad de redefinir la manera de trabajar para conseguir procesos más productivos y eficientes a través de herramientas digitales.
El Trabajo en equipo, los profesionales que trabajan en equipo les permiten resolver problemas que, difícilmente, podría resolver un individuo por sí mismo, a cambio de un coste de coordinación y alineación entre sus miembros. Cuando está bien estructurado y liderado, el trabajo en equipo influye positivamente en los trabajadores a través del compañerismo, intercambio de conocimiento, apoyo mutuo y alcance de metas de impacto significativas.
La Comunicación efectiva, los profesionales deben garantizar una comunicación fluida y eficaz entre los empleados, siendo capaces de explicar toda conceptualización técnica de forma comprensible para cualquier persona. La comunicación efectiva se encarga de que dos o más personas puedan compartir conversaciones objetivas. A través de la comunicación efectiva las personas logran expresarse adecuadamente por medio de mensajes claros y concisos que enriquecen el diálogo.
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ACERCA DEL AUTOR
José Luis Galiana, es logístico y presidente de RALOG – Red de Ayuda Logística.
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