Hoy ha sido uno de los días más bonitos desde que me dedico a cadena de suministro. Esta mañana me han llamado para ayudar en la recogida, y distribución de alimentos, que hace El Banco de Alimentos y el FC Valencia, destinada a los pueblos afectados por la DANA.
Por otro lado, mi hijo Roberto, con sus amigos, han ido a limpiar barro. Todos hemos aportado un poco de sentido común, muchas ganas y manos, un humilde granito de arena ante la inmensidad de la CATÁSTROFE que hemos tenido en Valencia tras las lluvias del 29 de octubre.
Quienes trabajamos en cadena de suministro, sabemos que ésta funciona y es eficiente en un sentido; pero cuando hay que recoger mercancía, por: devoluciones, retiradas etc. es un caos y los costes son prohibitivos.
Eso lo sabía; pero hay una variable que no entraba en la ecuación cuando analizamos costes de los procesos y es la SOLIDARIDAD. Miles y miles de personas han traído lo mucho o poco que han podido: agua, comida, ropa, medicinas, comida de mascotas, utensilios de limpieza, productos de limpieza e higiene… Miles de voluntarios, con más ganas que oficio, han ayudado a clasificar y paletizar todo ese ingente material que venía en bolsas, traídas a mano, o en maleteros de coches. Muchos camioneros y repartidores han aprovechado el día libre para poner sus manos, y sus vehículos, a nuestra disposición para llevar el material donde fuera necesario. No había toros para mover palés, hemos hecho cadenas humanas desde el suelo al interior de los camiones. Cada vez que llenábamos uno, y cerraba las puertas, había una ola de aplausos. Todos nos hemos volcado y cada vez que una persona llegaba, preguntaba “¿en qué puedo ayudar? Llevo todo el día dando vueltas por Valencia y nadie nos dice dónde podemos ayudar” Y si llevas puesto un chaleco, como era mi caso, automáticamente eres el “responsable” y tienes que contestar.
Miles y miles han ido con una escoba, un cubo o una fregona andando desde Valencia a los pueblos afectados a limpiar y ayudar a buscar desaparecidos. No hemos visto autoridades, las ganas han suplido la falta de coordinación.
El asqueroso gobierno central, presionado por esta masa de solidaridad, tras haber rechazado la ayuda de otros países europeos, como Francia con sus más de 200 bomberos rechazados por Sánchez, ha tenido que esperar TRES DIAS y, por vergüenza, se ha visto obligado a autorizar que el ejército también venga a ayudar. Da igual que sigan negando la ayuda, con más y más trabajo, sacaremos esto adelante a pesar de su infamia.
Reconfirmaros que la cadena de suministro inversa es ineficiente, costosa y funciona mal; pero cuando, en la ecuación entra la solidaridad, todo cambia, es necesaria, vital y bonita. Sé que no son adjetivos que usemos en logística.
Gracias a los camioneros, gracias a los voluntarios, gracias a todas las personas que han traído cosas, gracias a todas las personas que han salido de su casa esta mañana con una escoba, un cubo de fregar y una fregona y, tras andar muchos kilómetros, han pasado el día limpiando, su salario ha sido el agradecimiento de las personas que, tras tres días, ven que alguien les viene a ayudar, que no están solos.
MUCHÍSIMAS GRACIAS a toda la buena gente que participa en LA CADENA DE SUMINISTRO SOLIDARIA y con sus ganas, hacer que funcione.
Gracias.
Autor: Jose Ramón Illán. Vocal de RALOG.
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